Niños, en esta vida hay que diferenciar las canciones buenas y las malas igual que nos hacen diferenciar entre el bien y el mal. Por supuesto en la verbena os dejaré escuchar a Camela y en las noches de karaoke os estará permitido cantar en gritos el Ave María de David Bisbal, con patada incluída.
El mundo también está hecho para pecar. Y cada uno elige el camino que quiere seguir.
Esto es bien.

Hay gente que necesita canciones tristes para ser feliz. A veces las canciones tristes no nos parecen tan tristes como al que las canta, o por el contrario canciones que hablan sobre las mejores cosas de la vida o sobre la felicidad pueden parecernos la perfecta banda sonora para nuestra depresión de un día lluvioso bajo las sábanas.
Yo soy de las que dependiendo del momento me gustan un tipo de canciones u otras, pero desde luego mis preferidas son las que se basan en una letra clara, una voz suave, y pocos instrumentos que la acompañan, como por ejemplo una guitarra. Y considero que las canciones con un tono triste (si se puede decir así), melancólico, nostálgico, las canciones que escribirías cuando tienes demasiadas cosas en la cabeza en las que pensar y tus pensamientos te abstraen, son las mejores. No sé si me explico. Me explico para mí. Yo me entiendo.
Como conclusión os digo que me gusta esta canción.
I'll be more of a morning person if I got to wake up next to you.

I left my love in San Francisco